30 de enero de 2015

Los “yo no soy Charlie” del discurso de gente autoproclamada “de izquierda”

Desde hace unos meses sigo con atención en Facebook las opiniones de un grupo de gente unida por discursos que ellos presentan como “de izquierda” y que deberían revisarlos para adaptarlos a lo que estimo es su verdadera identidad ideológica: la reaccionaria.
Y como estamos en un año especialmente traumático en cuanto a sucesos locales e internacionales y, además, en año electoral, me propuse no dejar de contestar clichés, de mostrar contradicciones graves, y aceptar el debate allí donde me den lugar, con el espíritu abierto al intercambio.
Aunque parezca difícil de creer, el texto que publicara E. M el 20 de enero, contó con varios “me gusta”.
Nobleza obliga, destaco especialmente que E. M no borró mis comentarios de su cuenta, pudiendo hacerlo. Es una actitud valorable más allá de que nuestros posicionamientos ante los temas planteados estén en las antípodas.

Aquí va su texto y, luego, mi respuesta.  

Post en Facebook de E.M (hago un copiar/pegar)
"Charlie Hebdo un pasquin de cuarta, de mal gusto, agresivo y vulgar con un tiraje de 30000 ejemplares pasa a editar 7 millones de ejemplares, de la manera mas increible y fuera de toda logica humana, estetica, de derechos etc, etc. 18 muertos en Francia, y una cantidad mucho màs importante a nivel mundial. Salen a la calle 3 millones de personas para defender la « libertad de expresion » y manifestar el repudio al terrorismo integrista islamico.....
18 muertos = 3 millones de personas en la calle y 7 millones de Charlie vendidos..... de terror!!
Porque no salieron esos 3 millones a manifestar contra el verdadero aparteid que se aplica en los barrios perifericos de paris contra la comunidad munsulmana? porque ahi en esos barrios no todos son integristas, ni terroristas, ahi vive una comunidad que a duras penas llega a integrarse al sistema, alli viven madres, niños, abuelos que nada tienen que ver con toda esa violencia.
Porque no intervinieron hace tiempo en esos lugares donde una minoria trafi'ca la cocaina en toda libertad, iponiendo leyes y pudriendoles la vida a la gente? es esa misma cocaina que se consume en las discotecas, en los clubes privados y en buena parte del medio politico que son el negocio que los mantiene en el poder con el enorme beneficio que genera,
Porque no salen los 3 millones a la calle?
Porque esos 3 millones no salen a manifestar cuando los paises ricos generan miseria economica en los paises mas debiles?
Porque no salen los 3 millones cuando se invaden paises y derrocan gobiernos que rechazan vivir humillados? Porque no salen a manifestar cuando cobardemente se crea caos, miseria y muerte en nombre de los derechos humanos y en defensa de nuestra ejemplar democracia?
Porque no salen los 3 millones a denunciar el robo y la explotacion?
Esa es la democracia que defendemos? Esos son los derechos? Defender y vivir nuestra libertad democratica reventando a los debiles, tirandoles alguna ayuda humanitaria para dar la imagen de ser humanos?.....
Yo tomo la frase de J Brel y la adapto a éste contexto con mucha bronca y grito fuerte Yo meo .!! y recontra meo.... sobre esa falsa democracia!!
No era que Cuba es un estado terrorista? Pero como? Si hoy esos mismos monstruos ya estan armando sus sucios negocios fingiendo traer progreso y bienestar! Hijos de su madre..... si eso digo y repito!!! Hijos de su santisima madre que los pario!!
Asi como trajeron la biblia reventando gente, y un indio boliviano en un momento se las devolvio' diciendoles que no la necesitaban ni a sus dioses tampoco, asi se pueden guardar la supuesta ayuda economica que ofrecen! Porque no devuelven lo robado en tantos siglos de saqueo y que Dios los perdone?
Hoy van a reventar a Grecia también!
Hipocritas asesinos.
Yo no necesito ser Charlie, y defiendo la vida, la libertad y los derechos, esos que respetan los derechos de los otros, el resto es puro verso."
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Mi respuesta
Si bien comparto algunas de las afirmaciones aquí realizadas, no creo que esta mezcla de temas sea beneficiosa para transmitir mensaje alguno, en caso de que esa haya sido la intención del autor.
Vamos por partes.
Charly Hebdo ejerce un tipo crítica socio-política basado en el principio anarquista del irrespeto a todo lo establecido (¿el autor de la nota que comento no se presentaba como “anarquista” hace unos días aquí mismo?), en la iconoclasia, en el anticlericalismo, el ateísmo, en la búsqueda de las contradicciones de los políticos. El método que eligieron para hacerlo es el humor gráfico salaz, donde la procacidad, el mal gusto, la vulgaridad y lo escatológico son la esencia misma de sus plumas. Y en esto coincido con el autor este post. La versión local de Charlie es Barcelona. Hay mucha gente que gusta de este tipo de revista. A mí ni Charlie ni Barcelona me atraen, lo que no me impide defender sin “peros” su derecho a existir.
En los años noventa, uno de los redactores “estrella” de Charlie Hebdo, el maestro de escuela y actor cómico Patrick Font, en sus espectáculos unipersonales televisados tenía monólogos donde relataba con minucia y falsa picardía situaciones que daban la sensación de ser relaciones sexuales con niños y, al final, con un brusco cambio en el relato nos hacía “ver” que se estaba refiriendo a otra cosa. Yo mismo lo vi varias veces en la televisión y, cada vez, me dejaba con una sensación ambigua respecto del tema y el modo con que hacía “humor”. Me chocaba profundamente, pero, en esa época yo también me encontraba entre quienes se decían “y bueno, es de Charlie Hebdo” como si pertenecer a una revista satírica diera el derecho a la disimulada apología de un delito aberrante. Por supuesto que hoy no lo pienso así. En 1996, Font fue  condenado a seis años de cárcel por violación de varias de sus alumnas y atentado al pudor de personas sobre las que tenía autoridad. Dicho de manera criolla: seducía y se encamaba con sus alumnas de más de dieciséis años y violaba a los menores. Lo repugnante fue ‒cuando se supo la noticia‒ que el director de Charlie, Philippe Val y su fundador François Cavanna, lejos de escandalizarse por el hecho, se solidarizaron con su situación “hasta tanto se aclarase en los tribunales”, y dijeron que no harían ninguna caricatura de Font como lo habrían hecho con cualquier otro personaje del mundo político o cultural francés sin esperar decisión tribunalicia alguna. Palabras más, palabras menos, recuerdo que Cavanna dijo algo así como “no vamos a agregarle una pena al pobre Patrick que ya tiene demasiadas”. Millares de seguidores de la revista renunciaron a sus abonos y Charlie vive en jaque económico desde entonces.
Yo no comparto el tipo de humor practicado por Charlie. Sin embargo, lo compré aquella vez que se animó a poner en la tapa a Mahoma diciendo ‒respecto de los terroristas islámicos‒ “es duro ser amado por pelotudos”, tapa que me pareció inteligente y, por una vez, didáctica en una Francia donde nadie se animaba a hablar públicamente de las fuentes islámicas del terrorismo. Esa tapa costó varias vidas y fatwas en diferentes partes del mundo, incluido el occidental.
Por la manera en que E. M redactó el post que aquí analizo, deja la sensación de que no le duele el asesinato de los redactores de Charlie ni de las otras personas a manos de gente que se presentó como de Al-Qaeda y del Estado Islámico. Más aún, hace la sugestiva alusión de que, con el drama, Charlie pasó de vender treinta mil ejemplares a “siete millones” como si los redactores hubiesen programado su propio asesinato en masa para lograr una tirada récord. Y agrega cosas como “de la manera más increíble, y fuera de toda lógica humana, estética, de derechos etc”.
Pienso que no es para nada increíble que luego de semejante masacre y atentado contra la libertad de expresión, la gente manifestase su solidaridad con la revista comprándola de manera masiva para evitar su quiebra, cosa que sí entra ‒felizmente‒ dentro de la “lógica humana”. Lo de “fuera de toda estética” es, por lo menos, subestimador: se comparta o no la ideología de Charlie, sus dibujantes eran verdaderos iconos en la gráfica francesa. Es como si en un atentado aquí hubiesen asesinado a Quino, Copi, Fontanarrosa, Trillo y Altuna juntos. Y en cuanto a los “derechos”, Charlie tenía todos los que derivan de vivir en un país republicano, democrático, de constitución respetada y de leyes que garantizan la libertad de expresión, ese feliz logro de la convivencia social a la cual la izquierda reaccionaria execra cuando le afecta, y la exige por altoparlantes cuando considera que le falta. En democracia la regla es así, y todos debemos adaptarnos a ella. Quien se sienta atacado, difamado o injuriado por la libre expresión de los otros, que recurra a los tribunales y se haga indemnizar.
El escribiente del post lamenta que hayan salido varios millones de personas a defenderla de manera pacífica y respetuosa. Pienso que lo grave hubiera sido lo contrario, que pocos se indignasen, porque se trata de uno de los fundamentos de la sociedad en la que los franceses quieren vivir. Es saludable que una población se una y defienda ‒sin degüellos‒ su manera de vivir en libertad frente a una banda de asesinos que ‒lo dicen los testimonios de sus barrios‒ tenían un conocimiento muy elemental, o nulo, del Corán en nombre del cual mataron. Sí, en cambio, tenían eso: ganas de matar, de elevarse la adrenalina quitándole la vida a representantes de una sociedad que recibió a sus abuelos y les dio el trabajo y la vivienda de los que carecían en sus países. La segregación de la que muchos de ellos fueron objeto es innegable y merece otro análisis. Pero, al final de cuentas, se trataba de franceses que mataron a diecisiete connacionales. Y tomemos también en cuenta que en varios países musulmanes, al expresar su apoyo a los asesinos, se manifestó provocando unos quince muertos, en su mayoría musulmanes. O sea: musulmanes mataron a musulmanes para festejar los asesinatos en París y protestar por las nuevas caricaturas del profeta en Francia.
El escribiente del post tiene una frase digna de analizarse con minucia si su intención no fuese tan manifiesta.
Escribe (hago copiar-pegar): “Salen a la calle 3 millones de personas para defender la « libertad de expresion » y manifestar el repudio al terrorismo integrista islamico..... 18 muertos = 3 millones de personas en la calle y 7 millones de Charlie vendidos..... de terror!!”
¿Qué es lo que pretende al mezclar los tres millones de personas (fueron cuatro y medio en toda Francia según la mayoría de los medios) que salieron a defender la libertad de expresión (como buen reaccionario de izquierda el autor del post la pone entre comillas) y, también, a repudiar al terrorismo islámico, con los “siete” millones de Charlie vendidos y terminar la frase con un “¡de terror!”?
Luego de esa primera mezcla, las otras le salen con más facilidad aunque no tengan nada que ver con la masacre de Charlie: la situación de las comunidades de inmigrantes en el conurbano de las grandes ciudades (aclaro que esa realidad la conozco bastante: yo viví siete años en una “cité” árabo-africana donde para tomar el ascensor había que pararse sobre ladrillos a causa del orín, y estoy preparando un artículo sobre esa etapa de mi vida que publicaré en estos días en mi blogspot), el tráfico de droga, la falta de trabajo y tantas otras cosas donde el Estado francés actuó con negligencia a futuro o simplemente con racismo y hoy sufre las consecuencias. Lo mismo en materia de política exterior francesa en cuanto a su participación en ciertos conflictos bélicos y sus alianzas interesadas con países que no respetan los derechos humanos. Son todos temas para debatir uno por uno. Y también por los que deberían salir a manifestar la gente de todos los países. Ahí acuerdo con E.M.
Sin embargo, el reaccionario de izquierda que escribe este post (que se autorotula “anarquista”), termina con una esperable ristra de ironías e insultos a la democracia que lo educó, lo protegió, y gracias a la cual pudo conocer el mundo entero. Frutilla sobre la crema, era esperable también que, como contraposición a lo que analiza, termine sacando del cofre su tesoro mayor y se regocije con la Cuba hambreada y tiranizada por los Castro. Se queja, por ejemplo ¡de que los gobiernos americano y cubano hayan comenzado a tratar la implantación de sociedades yanquis en la isla que darán trabajo, vivienda y comida a los isleños! Se trata justamente de las iniciativas que los cubanos de la calle esperan desde hace decenios para vivir mejor y... ¡ el autor del post llama al acuerdo “fingir traer el progreso y el bienestar”!
¿No hay una enorme contradicción en el planteo de los temas? Cuando eso ocurre, tiendo a pensar que no se apoyan en análisis serenos y realistas, sino en clichés que pretenden acomodar la realidad a lo que uno piensa o le hacen pensar. De ahí el resultado absurdo, repleto de eslóganes e insultos pero de ninguna proposición que tienda a superar las situaciones que parece cuestionar.
Y termina con una frase que, entiendo, resume su confusión y en la que cohabitan buenas intenciones y reflejos reaccionarios (esos que él cuestiona cuando vienen de los otros):
“Yo no necesito ser Charlie, y defiendo la vida, la libertad y los derechos, esos que respetan los derechos de los otros, el resto es puro verso.”
Veamos el texto frase por frase: “defiendo la vida”: sí, salvo la de los quieren expresarse libremente, en este caso los periodistas de Charlie; “la libertad”: quizá, salvo que se trate de la de los cubanos; “los derechos que respetan los derechos de los otros”: menos mal porque él es el ejemplo más claro de vivir en una sociedad que respeta los suyos, entre ellos el de expresar lo que quiera, con o sin argumentos, con o sin caricaturas, con o sin una reflexión serena sobre lo real, con o sin clichés.
Yo celebro encontrarme en la misma sociedad que él aborrece para poder disentir con algunos de sus planteos y no por eso esperar que la policía me toque el timbre o me retire el pasaporte.

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